El Estatuto de la
Barba en la Cultura Hebrea y Santa
Tabernáculo de la Nueva Jerusalén
Táchira - Venezuela
Introducción
El propósito de este escrito profético es dar
a entender la importancia del uso de la barba por parte de todo varón santo que
desea guardar los estatutos del Eterno para seguir el ejemplo y la cultura de
nuestros padres Abraham, Isaac y Jacob Gál 3:7, pues ellos eran varones santos
a quienes el Eterno les reveló mandamientos, estatutos, ordenanzas y preceptos
para que fueran íntegros y perfectos conforme a su perspectiva de santidad Gén
26:4-5.
Muchos no creen que deben obedecer
un mandamiento, a menos que se les argumente por la Palabra que lo deben hacer Hch
17:11, por lo que mi objetivo como siervo y profeta del Eterno, es argumentarle
a usted a la luz de la Sagrada Escritura y fundamentado también en revelaciones
de la palabra 2Co 12:1, que dicho mandamiento si se debe obedecer, porque es un
estatuto Lev 18:1-5 que el Eterno enseñó a nuestros padres Mat 3:8-10 (si usted
no es hijo de Abraham entonces no somos del mismo linaje), porque este estatuto
tenía no solo uno, sino varios significados para su cultura, además de ser una
imagen visible (exterior) de su santidad.
La barba es un estatuto del Rey Eterno
para todos los varones de su pueblo
Todos los pueblos tienen sus propias
costumbres: vestimentas, comidas, fiestas, música, modas, etc., pero aquellos
que forman parte del pueblo del Eterno no pueden imitar las costumbres paganas
de los pueblos donde ellos habitan, pues el Eterno que es nuestro Señor y Rey,
estableció sus propios estatus (costumbres reglamentadas) para todos los que
forman parte de su pueblo Lev 18:1-5, y el uso de la barba en el varón es uno
de ellos. El Eterno está hoy revelando nuevamente todos sus estatutos para que
los guardemos, pues Él va a reinar sobre nosotros, y todos aquellos que actúen
con rebeldía para no obedecerlos, serán vomitados o cortados de esta tierra Lev
18:26-30.
Las costumbres del pueblo hebreo y
santo son abominables para los paganos
A nosotros los que antes éramos
extranjeros, nos cuesta aceptar y cumplir las costumbres de nuestros padres que
eran santos, porque estamos familiarizados con una cultura occidental y pagana,
y muchas cosas que se hacen y practican en la cultura pagana de los pueblos en
que habitamos nos parecen sublimes y aceptables: vestimentas, comidas, fiestas,
música, modas, etc., pero recordemos, que hay cosas que son sublimes para los
hombres y para el Eterno son abominables Luc 16:15. Si nosotros realmente somos
santos, deberíamos ver todas las cosas con los ojos de nuestro Dios que es
santo, es decir, deberíamos verlas de la misma manera que Él las ve. Si para mi
es acepto algo que para Él es abominable Isa 5:20-21, entonces no tengo sus
ojos y por tanto nunca llegaré a ser santo como Él 1Pe 1:14-16. Si usted es un
siervo del Eterno, pídale a Él que le dé unos ojos santos como los de Él Mat
6:22-23, para que así usted pueda discernir entre lo que es puro e impuro,
entre lo que es santo y profano; y entre lo que es acepto y no acepto, de
acuerdo a su perspectiva Eze 44:23.
Si a usted que es varón, le parece
abominable ver a otro varón con barba, entonces tiene la mente de un extranjero
y pagano, y no la mente de un siervo del Eterno Efe 4:22-24. La Escritura nos
muestra varios ejemplos de cómo las costumbres que para los hebreos hijos de
Abraham, eran sublimes, para los extranjeros eran abominables. Por ejemplo, el
oficio de pastor que para nuestros padres era sublime, para los egipcios era
una costumbre abominable Gén 46:33-34. Si usted siendo hijo de Abraham ve este
oficio como algo abominable, entonces déjame decirle que su manera de pensar se
parece más a la de un egipcio, que a la de un hijo de Abraham y siervo del
Eterno.
A los egipcios les parecían
abominables las ofrendas y sacrificios que realizaba el pueblo hebreo a nuestro
Dios Éxo 8:26, es decir, los egipcios veían con abominación la manera cómo el
pueblo hebreo honraba a su Dios. Si a usted le parece desagradable ver a un
varón que está usando barba para honrar a su Dios, entonces déjame decirle que
usted se parece mucho a aquellos egipcios.
El significado de la barba en la
lengua santa y hebrea
La palabra “barba” aparece en las
sagradas escrituras entre otros textos en los siguientes: Lev 19:27, 2Sa 10:5,
Sal 133:2. En la escritura original
hebrea a la barba se le llama “zakán” y se escribe así (זקן). Pero esta palabra
hebrea se deriva de otra llamada “zakén” que se escribe de la misma manera (זקן)
y tiene los siguientes significados: anciano Gén 24:1, envejecer Gén 27:1,
viejo Gén 27:2. El Eterno cuando diseñó al varón, programó los tejidos de su
rostro para que le creciera cabello o barba a partir de cierta edad, como señal
de que ya estaba madurando y envejeciendo. En la cultura hebrea aquel varón que
no se deja la barba, es como aquel que no se quiere ver como una persona ya madura,
sino como un niño. De tal manera que aquel que se avergüenza de su barba es
como aquel que se avergüenza de su madurez y vejez.
En la cultura santa que el Eterno
enseñó a nuestros padres, la barba es para el varón un símbolo de madurez y por
tanto de sabiduría y honra, porque a mayor edad, se debería tener mayor
sabiduría (ocurre así en la cultura hebrea), y al que tiene mayor sabiduría se
le debe dar mayor honra Pro 16:31, Lev 19:32, Job 32:6-7, 1Ti 5:17. El cabello
que produce la barba es el primero que se blanquea con los años, de manera que
el anciano se caracteriza por su barba blanca y éste en la cultura de nuestros
padres era honrado por sus canas Lev 19:32, porque ellas son señal de sabiduría
para enseñar y aconsejar Job 12:20, 1Re 12:13. Mientras en la cultura pagana y
occidental actual, los hombres y las mujeres se avergüenzan de sus canas y por
eso las pintan con tintes de colores para ocultarlas, en la cultura santa de
nuestros padres, las canas eran y siguen siendo motivo de honra Lev 19:32.
Jesucristo el Hijo de Dios, no murió
en la cruz para que el varón santo dejara de usar barba
Hoy muchos maestros y creyentes
cometen el error de darle atribuciones que no corresponden al sacrificio que
hizo Jesucristo (Yeshúa hamashíaj en hebreo) en la cruz. Su sacrificio tuvo
como propósito el que nosotros que éramos extranjeros e incircuncisos,
pudiésemos formar parte de su pueblo santo, mediante un perdón que no
merecíamos (esto es gracia) Col 2:13-14,
pero para que el Padre nos reciba como a hijos, es necesario que demostremos
que le amamos guardando todos sus mandamientos Jua 14:21-23. ¿Cuáles son sus
mandamientos?, estos están en su palabra, y su palabra no comienza desde el
libro de Mateo, sino desde el libro de Génesis 2Ti 3:16-17. Por tanto, uno de
tantos mandamientos que están escritos en su palabra, es el estatuto de la
barba, y el Padre envió a su Hijo para darnos ejemplo de obediencia 1Jn 2:6,
porque él mismo guardó estos mandamientos.
La barba si tiene que ver con la santidad
del varón
El Eterno en el libro de Levíticos
capítulo 19 da mandamientos, estatutos y ordenanzas a Moisés para que los
enseñara a su pueblo Lev 19:1, y la obediencia a esos preceptos era importante,
porque los hacía más santos Lev 19:2. En ese capítulo, el Eterno les habló de la
importancia del temor Lev 19:3, de las ofrendas Lev 19:5-8, de la ayuda al
pobre y extranjero Lev 19:9-10, entre otras cosas. Más adelante en Lev 19:27-28,
el Eterno enseña a los varones el estatuto de la barba, donde prohibió que
estos se cortaran la punta de la barba para expresar el luto como muestra de
dolor por la pérdida de algún familiar, ya que los varones de los pueblos
paganos, para expresar su dolor acostumbraban raparse toda o parte de la barba.
En el Capítulo 21, el Eterno da
palabra específica a los sacerdotes, y les habló sobre la barba de una manera
similar, como le habló a todos los varones de Israel en el Capítulo 19. En Lev
21:1-4 les ordena que no se contaminen por causa de cualquier muerto y en el
texto Lev 21:5, les ordena que no se corten la barba por causa de muerto,
siguiendo la costumbre de los pueblos paganos. En Lev 21:6 confirma que estos
estatutos están relacionados con la santidad, pues les dice: “Santos serán a su
Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para
Jehová y el pan de su Dios ofrecen; por
tanto, serán santos”. De manera que el
estatuto de la barba no solo era para los sacerdotes, sino también para todo el
pueblo hebreo o Israelita en general, y esta costumbre estaba relacionada con
la santidad, y aun hoy lo está, porque el sacrificio de Jesucristo (Yeshúa hamashíaj)
no abolió la santidad Mat 5:17, más bien esta se debe seguir cumpliendo por los
santos del reino Mat 5:18-19, Heb 12:14, Apo 22:11.
Es bueno aclarar aquí, que por el
hecho que un impío incircunciso use barba, eso no le convierte en un santo,
como tampoco le hace santo al impío por el hecho de ir a una iglesia evangélica
con una biblia bajo el brazo. La santidad es el resultado de la obediencia de
muchos preceptos y la barba es solo uno de ellos.
Todos nuestros padres usaban barba
Si el Eterno le permitiera a nuestro
padre Abraham venir en este tiempo para visitar a sus hijos, y entrara a las
congregaciones evangélicas donde se reúnen los cristianos para buscar a sus
hijos allí (supuestos hijos de Abraham), al observar detalladamente diría: no
veo hijos míos en este lugar, pues mis hijos deben ser como soy yo (y mis hijas
como Sara), ellos deben usar su barba como yo les enseñé, pues el Eterno me lo
enseñó en sus estatutos y preceptos Gen 26:4-5 y también se los enseñó a través
de mi hijo Moisés. La sagrada escritura de manera explícita cita a algunos de
nuestros padres que usaban barba, entre ellos tenemos a: el rey David 1Sa 21:13,
los siervos del rey David 2Sa 10:4, Mefi-boset hijo de Saúl 2Sa 19:24, el sacerdote
Esdras Esd 9:3, el sacerdote Aarón Sal 133:2 y el profeta Ezequiel Eze 5:1.
Todos estos textos aparecen allí como un testimonio de que ellos eran varones
santos, que guardaban este estatuto del Eterno.
El varón que no usa barba anda en
vergüenza
Tal vez para la cultura pagana que
usted practica hoy, el no tener barba no significa nada, o tal vez sea solo
cuestión de estética, pero para la cultura santa de nuestros padres, el tener
la barba rapada es símbolo de vergüenza. La mejor enseñanza sobre este punto la
encontramos en 2Sa 10:1-5. Donde señala que David envió a unos siervos suyos
para consolar al rey de Amón por la muerte de su padre 2Sa 10:2, pero éste en
vez de recibirlos de manera amistosa, les rapó la mitad de la barba y cortó
también la mitad de sus vestiduras, exhibiendo una de sus nalgas 2Sa 10:4. Este
hecho resultó de gran vergüenza para aquellos siervos de David, pero lo que
causaba mayor vergüenza no era el tener las vestiduras rotas exhibiendo las
nalgas, pues esto se podía resolver vistiéndose con otras vestiduras. Lo que
les causaba mayor vergüenza a aquellos varones era el tener la barba rapada, y
por eso fue que el rey David les ordenó
que se quedarán apartados en Jericó mientras les crecía la barba 2Sa 10:5, pues
a estos les daba vergüenza que el rey, sus familiares, y compañeros los vieran
con la barba rapada. Si usted tiene la barba rapada y no siente lo mismo que
sentían estos varones Israelitas, déjame decirle que usted no tiene la mente de
un Israelita santo, sino la de un pagano.
Para el Eterno y para la cultura de
nuestros padres, el varón que está sin barba, es como aquel que está desnudo 2Sa
10:4, es decir, como aquel que está en pecado Apo 3:17-29. Si usted es un santo
que está procurando andar en obediencia, no merece andar en desnudez y
vergüenza Apo 16:15. La barba es como un velo natural que el Eterno puso en el
rostro del varón, y si usted se quita ese velo, entonces se verá su desnudez.
En el pasado, los varones extranjeros de las
naciones paganas se rapaban la barba para expresar dolor por la muerte de algún
familiar Isa 15:2-3, Jer 41:4-5, pero el Eterno no permitió a sus santos rapar
su barba porque esto afectaba su santidad. Al Eterno no le agrada que sus
santos anden en vergüenza, porque solo merece andar en vergüenza aquel que anda
en pecado Apo 16:15.
Los santos no se oponen a la
naturaleza de su creación
El Eterno cuando creó al hombre y a
la mujer los dotó de ciertos atributos que los diferencian. El cuerpo del
hombre se diferencia del de la mujer, el rostro del hombre también se distingue
muy bien del de la mujer, al varón le sale barba y a la mujer no. No está bien
que un hombre desee tener el cuerpo como el de una mujer, o tener el rostro
como el de una mujer. Eso va en contra de su naturaleza.
Pablo enseñando un tema similar a
este, explicó que la naturaleza nos enseña que es honroso para la mujer dejar
crecer su cabello, y por eso defendemos el hecho de que una mujer se ve más
hermosa con su cabello largo 1Co 11:15, pero también es muy cierto que no es
motivo de honra para un varón dejar crecer su cabello 1Co 11:14, pues eso es
propio de una mujer.
Vale la pena mencionar otro aspecto
relacionado con la naturaleza humana. Es natural que al hombre y a la mujer le
salgan canas por su vejez y es contra la naturaleza pintar los cabellos para
ocultar las canas, eso es oponerse al diseño del Creador. El que se avergüenza
de sus canas se está avergonzando de la obra de su Creador y rebelándose al
diseño Isa 45:9. Hay quienes cuando envejecen rellenan sus arrugas con
substancias químicas que tarde o temprano le producirán un daño en su cuerpo,
porque son substancias ajenas a los tejidos del cuerpo. Aquel que se avergüenza
de sus arrugas se está avergonzando también de la obra del Creador Isa 45:9.
Hay mujeres que llegan al extremo de
avergonzarse de cómo el creador hizo sus cuerpos, que se mandan a colocar
implantes en sus senos y glúteos para que se le vean más grandes.
La barba es para el varón como un velo
en su rostro
En la cultura de nuestros padres, la
mujer usaba velo por varias razones que no explicaré aquí Gén 24:65, Gén 38:19,
Cnt 6:7. El apóstol Pablo en relación al velo en la mujer argumenta que ella lo
debe usar como señal de autoridad 1Co 11:10. Lo cierto es que la mujer
cristiana que no quiera ser como Sara, difícilmente podrá ser tomada como una
de sus hijas y de su linaje 1Pe 3:6. Así como la mujer debe usar velo, el varón
también debe usar en su rostro un velo natural que es la barba. El varón que se
rapa la barba y critica a una mujer porque no usa el velo, es como el hipócrita
que ve la paja en el ojo de su hermano, pero tiene una viga en su propio ojo Mat
7:3-5. El Eterno dotó al varón de una barba para que se cubra con ella, de la
manera que la mujer se cubre con su velo, y aquel varón que rapa su barba, anda
desnudo y en vergüenza como aquel que tiene las nalgas descubiertas 2Sa 10:4. ¿Es
judaizar hablar de santidad y de restaurar la cultura santa de nuestros padres?
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